Para vosotros
Tanto Monica como Carlos no pedaleamos solos. En cada pasada de pedal hay una emoción y un sentimiento que nos impulsa hacia adelante y nos ayuda a no rendirnos.
Mónica
Cuando creo que no puedo más, cuando duelen las piernas en la cincha del Laser, cuando cinco minutos más en la bici de la sala pueden hacerse eternos, cuando lo más fácil sería parar, es cuando vosotros dais la pedalada extra por mí. Sois vosotros, todos los entrenadores que he tenido en mi carrera deportiva, todos mis amigos a los que renunciado por un entrenamiento, sois mis compañeros de trabajo, que conseguís que no tire la toalla.
En este reto, en el que me he dejado convencer por Carlos, sin pensarlo dos veces, sin dudar, como aquella ola que bajas y bajas y no tienes que dudar, en este reto volveréis a estar todos pedaleando conmigo.
Ser luchador es una actitud que tenemos todos en nuestro interior. Dicen que la mente es más poderosa que la fuerza y creo esta fuerza mental, unido a las millas y millas con las que salimos de entrenamiento, nos harán llegar a Cabo Norte.
Dicen que pasaremos frio, dicen que la carretera es peligrosa, dicen que estamos locos y SI todos tienen razón, pero en el reto está la aventura y no hay mayor satisfacción que intentarlo y, si el destino nos acompaña, conseguirlo.
Mi madre se despediría sin lágrimas pero en su rostro se reflejaría preocupación y seguro que su última frase sería “aneu en compte i mengeu”. Ella, que en paz descanse, es quien me ha enseñado que cualquier dolor se vence si tienes motivos para vivir. Para mi fue un ejemplo de superación.
Mi padre, hombre de pocas palabras, se sentiría orgulloso, porque en el fondo mi padre siempre estaba orgulloso de nosotros, de nuestras hazañas. Seguro que se habría repasado toda nuestra ruta y cada día estaría en nuestro blog. Sé que despediría con “que us vagi bé” y aunque parezca sencillo es lo que yo querría oír.
Echaré de menos a los dos Yorkshires porque será imposible decirles que volveré y que todo va bien. Echaré de menos las birras con Xavi los viernes por las tarde después de spinning, echaré de menos la sonrisa de Max y Albert, y aunque no lo creáis, echaré de menos bajar en moto a la base y coordinar con Mar y Gonzalo. Estoy segura que echare de menos muchas cosas más pero salgo súper contenta y convencida que será guay, muy guay.
Ramón, Sandra, Lourdes hemos sabido mantenernos unidos porque es lo que siempre les hubiese gustado a los “papas”, pero también porque lo que hemos decidido nosotros. Sabéis que también os echaré de menos pero, como siempre, os iré llamando porque necesito compartir esta aventura con vosotros.
Gracias a todos por compartir la vida conmigo!
Carlos
Después de muchos años de soñar, de hablar con Elena acerca de poner en marcha este proyecto de dar la vuelta al mundo en bicicleta, de chocar con la vida y las responsabilidades que la acompañan, unas maravillosas, como ver crecer a los hijos, y otras no tanto, o directamente malas, como nos sucede a todos. Creo de verdad, que es importante que en la vida, además, de intentar ser responsable, hay que intentar encontrar mecanismos y objetivos muy personales, que cada cual tendrá los suyos, y que es casi obligado intentar cumplirlos antes de que el tiempo se acabe y después tengamos que lamentar no haberlas hecho o por lo menos intentado.
Hace ya bastante tiempo que la idea romántica de un día salir de casa para dar la vuelta al Mundo y regresar no sé qué coño de año después, quedó aparcada, simplemente porque es imposible, y sinceramente, creo que no doy el perfil de trotamundos.
Un día cualquiera, cuando crees que aquel proyecto queda aparcado hasta no sé cuándo, que sigue en tu mente, pero que en el fondo sabes que nunca se realizará, ese día, sucede algo que te hace reflexionar, que te hace poner en el orden correcto las cosas, ese día, decides poner en marcha tu proyecto, darle forma, y lo más importante, ponerle una fecha, ya que si no es así, sin saber por qué, vuelve al cajón de los sueños.
Mi vuelta al mundo se ha convertido en otra ilusión, intentar en el plazo de 10 años, si la salud, el trabajo y el destino lo permiten, pedalear por los 5 Continentes, no enteros, claro está, pero si seleccionar un recorrido de cada Continente que me ilusione hacer y que el tiempo y la economía me deje.
Tengo fecha de salida para la primera etapa e intentar llegar a Cabo Norte. No sé si llegaré, no sé si sufriré, no sé si seré feliz, no sé si me arrepentiré. Solo sé que mi éxito será salir. La siguiente etapa y sucesivas, tampoco sé si algún día se realizarán. Lo que si se, es que me ayudan a levantarme por la mañana.
Desde aquí quiero dar las gracias a Elena, mi mujer, mi compañera, mi amiga, que desde hace 30 años ha sabido entender, aceptar y compartir mi difícil personalidad, que siempre me ha apoyado en mis decisiones, las lógicas y las no tan lógicas. A mis hijos, sin duda, el motor de mi vida.
Esta pequeña aventura, se la quiero dedicar de una manera muy especial a Alejandra, a Julia y a Blanca. Tres ángeles. Su recuerdo y su sonrisa nos acompañaran hasta Cabo Norte. A mi primo y hermano Luis y a Adela, y a sus hijos Luis y Adelita. A mis buenos amigos Nacho y Mónica y a sus hijos Nacho y Lucas. Vuestro ejemplo de entereza y valor para seguir adelante, nos animarán a llegar a nuestro destino.